"Una vez me encontré un demonio, ¿esta bien decir que lo encontré?, mas bien, él me estaba buscando; yo no me movía, yo estaba ahí mirando todo y nada, y el sólo llegó, su melancólica mirada se poso sobre mi.
Se acercó a mi para cargarme, iba a impedir que lo hiciera pero algo evitó que lo rechazara. Le dije adios a la cálida nieve donde reposaba y a mi conocida soledad, mientras observaba a quien me alejaba de ella; él era un demonio, ¿cómo lo sabía?, si su apariencia era la de una persona común, no lo sé, sólo lo sabia.
Llegamos a su casa, aunque creo que lo mas correcto sería llamarlo su hogar. Todo ahí estaba en decadencia; habitaciones sin techo, muebles arrumbados y casi destruidos, todo ahí era un caos. El me dejo en medio de aquello y se retiro, ese lugar era frió [¿me quito mi calidez para dejarme ahí?, ¿por qué lo hizo?, ¿para qué fue a mitad de la nada a recoger a una niña y quitarle todo lo que conocía?, quería regresar, pero por la misma razón que deje que me cargase me impidió irme de ahí], que pretendía al quitarle la calidez a alguien como yo o tal vez, lo que él quería era algo de esa calidez, me pregunto si por eso lleva tantos abrigos; ¿estará bien si le quito alguno?, tengo mucho frío y después de todo es culpa de él que lo tenga.
Me puse a buscarlo, desapareció tan rápido (¿cómo lo hizo?); he entrado a algo que parece ser una cocina, esa señora esta lavando lo que creo que es una olla sin fondo, ¿por qué lo hace?; ¿quién es ella?, esto no tiene sentido; esperen, hay alguien más, esta descargando frutas de un camión pero no tiene quien se las reciba, pobres sandías, se rompen en tantos trozos; me gustaría ayudarles para poder quitarme el frió, esto realmente es un caos; ¿a quién ayudo primero, o sólo debería fingir que estoy haciendo algo?
Ah! Él ha llegado, me mira fijamente, ¿acaso habré hecho algo malo? -No te he traído aquí para que hagas eso- me dijo y nuevamente me ha cargado, mientras nos alejamos miro a aquellos que anteriormente encontré, están sonriendo, parece que por fin podrán dejar de fingir; me pregunto si ellos llegaron de la misma forma que yo o ya estaban ahí antes que él.
Me he quedado tan absorta en mis pensamientos que no me percate cuando me bajo y se fue, empieza a ser una molestia tener que buscarlo.
Hallé una gran puerta blanca, para ser tan grande me sorprende con que facilidad he podido abrirla, esta muy oscuro aquí. No hay velas, espero haya ventanas; he encontrado cortinas, son tan pesadas y llenas de polvo, espero poder moverlas para ver un poco dentro de esta habitación... Gyaaah!! Se me han caído encima, están húmedas y pegajosos, ahora me dará mas frío; ahora puedo ver lo que hay en esta habitación, parece una recámara con una gran cama en el centro, ¡no puede ser!, el esta ahí recostado y el ruido no parece haberlo despertado, no trae sus abrigos no deberían estar lejos entonces, esa gabardina se ve cómoda aunque es muy grande pero no importa, me ha quitado el frío.
Ahora que lo veo bien se ve triste y resignado, ¿ resignado a que? Me pregunto si usa tanta ropa para protegerse de alguien o ... es que quiere esconder algo a los demás, si es así, entonces lo estoy viendo en su forma mas vulnerable; es curioso, desde que llegue aquí he pensado en irme y no he podido pero ahora siento con mas razón, que no debo dejarlo aquí solo; a pesar de que estan esas personas afuera parecen muy ajenas a él. Lo dejaré dormir, ire a ver con que puedo entretenerme en este lugar.
Si apenas he dejado su habitación, como es que me ha alcanzado tan rápido.
-Dame mi abrigo tengo frío- me dijo.
-No! Usted me trajo aquí y ahora atengase a lo que yo haga-.
-¿Y qué piensas hacer? Yo solo quiero mi abrigo de vuelta-.
Después de decirme eso, se abalanzó violentamete hacia mi temí lo peor, cerre los ojos, me agache y espere a que algo pasara, cualquier cosa paso por mi cabeza en ese momento, imaginando lo que él haría, pero nunca espere que hiciera aquello; me levanto y me puso sobre su espalda. -Agárrate fuerte- me dijo -así ninguno de los dos tendra frío-.
Cuando me puse la gabardina deje de tener frío pero senti calor cuando estaba en su espalda, era acogedor, era como la nieve no, era mejor, esto era muy agradable, me da una forma muy distinta de paz y algo más, ¿acaso esto es lo que las personas llaman felicidad? No lo sé, sólo se que quiero cuidarlo, esta calidez podría esfumarse; quiero estar con él y tal vez algún día, él no necesite mas esos abrigos."
LOS SUEÑOS NOS MUESTRAN UN MUNDO FANTÁSTICO, Y A VECES, UNA DISTINTA PERCEPCIÓN DE NUESTRA REALIDAD.
Y recuerden: si les gusta mi blog leanlo, sino, también.
"DigiL"
Se acercó a mi para cargarme, iba a impedir que lo hiciera pero algo evitó que lo rechazara. Le dije adios a la cálida nieve donde reposaba y a mi conocida soledad, mientras observaba a quien me alejaba de ella; él era un demonio, ¿cómo lo sabía?, si su apariencia era la de una persona común, no lo sé, sólo lo sabia.
Llegamos a su casa, aunque creo que lo mas correcto sería llamarlo su hogar. Todo ahí estaba en decadencia; habitaciones sin techo, muebles arrumbados y casi destruidos, todo ahí era un caos. El me dejo en medio de aquello y se retiro, ese lugar era frió [¿me quito mi calidez para dejarme ahí?, ¿por qué lo hizo?, ¿para qué fue a mitad de la nada a recoger a una niña y quitarle todo lo que conocía?, quería regresar, pero por la misma razón que deje que me cargase me impidió irme de ahí], que pretendía al quitarle la calidez a alguien como yo o tal vez, lo que él quería era algo de esa calidez, me pregunto si por eso lleva tantos abrigos; ¿estará bien si le quito alguno?, tengo mucho frío y después de todo es culpa de él que lo tenga.
Me puse a buscarlo, desapareció tan rápido (¿cómo lo hizo?); he entrado a algo que parece ser una cocina, esa señora esta lavando lo que creo que es una olla sin fondo, ¿por qué lo hace?; ¿quién es ella?, esto no tiene sentido; esperen, hay alguien más, esta descargando frutas de un camión pero no tiene quien se las reciba, pobres sandías, se rompen en tantos trozos; me gustaría ayudarles para poder quitarme el frió, esto realmente es un caos; ¿a quién ayudo primero, o sólo debería fingir que estoy haciendo algo?
Ah! Él ha llegado, me mira fijamente, ¿acaso habré hecho algo malo? -No te he traído aquí para que hagas eso- me dijo y nuevamente me ha cargado, mientras nos alejamos miro a aquellos que anteriormente encontré, están sonriendo, parece que por fin podrán dejar de fingir; me pregunto si ellos llegaron de la misma forma que yo o ya estaban ahí antes que él.
Me he quedado tan absorta en mis pensamientos que no me percate cuando me bajo y se fue, empieza a ser una molestia tener que buscarlo.
Hallé una gran puerta blanca, para ser tan grande me sorprende con que facilidad he podido abrirla, esta muy oscuro aquí. No hay velas, espero haya ventanas; he encontrado cortinas, son tan pesadas y llenas de polvo, espero poder moverlas para ver un poco dentro de esta habitación... Gyaaah!! Se me han caído encima, están húmedas y pegajosos, ahora me dará mas frío; ahora puedo ver lo que hay en esta habitación, parece una recámara con una gran cama en el centro, ¡no puede ser!, el esta ahí recostado y el ruido no parece haberlo despertado, no trae sus abrigos no deberían estar lejos entonces, esa gabardina se ve cómoda aunque es muy grande pero no importa, me ha quitado el frío.
Ahora que lo veo bien se ve triste y resignado, ¿ resignado a que? Me pregunto si usa tanta ropa para protegerse de alguien o ... es que quiere esconder algo a los demás, si es así, entonces lo estoy viendo en su forma mas vulnerable; es curioso, desde que llegue aquí he pensado en irme y no he podido pero ahora siento con mas razón, que no debo dejarlo aquí solo; a pesar de que estan esas personas afuera parecen muy ajenas a él. Lo dejaré dormir, ire a ver con que puedo entretenerme en este lugar.
Si apenas he dejado su habitación, como es que me ha alcanzado tan rápido.
-Dame mi abrigo tengo frío- me dijo.
-No! Usted me trajo aquí y ahora atengase a lo que yo haga-.
-¿Y qué piensas hacer? Yo solo quiero mi abrigo de vuelta-.
Después de decirme eso, se abalanzó violentamete hacia mi temí lo peor, cerre los ojos, me agache y espere a que algo pasara, cualquier cosa paso por mi cabeza en ese momento, imaginando lo que él haría, pero nunca espere que hiciera aquello; me levanto y me puso sobre su espalda. -Agárrate fuerte- me dijo -así ninguno de los dos tendra frío-.
Cuando me puse la gabardina deje de tener frío pero senti calor cuando estaba en su espalda, era acogedor, era como la nieve no, era mejor, esto era muy agradable, me da una forma muy distinta de paz y algo más, ¿acaso esto es lo que las personas llaman felicidad? No lo sé, sólo se que quiero cuidarlo, esta calidez podría esfumarse; quiero estar con él y tal vez algún día, él no necesite mas esos abrigos."
LOS SUEÑOS NOS MUESTRAN UN MUNDO FANTÁSTICO, Y A VECES, UNA DISTINTA PERCEPCIÓN DE NUESTRA REALIDAD.
Y recuerden: si les gusta mi blog leanlo, sino, también.
"DigiL"